¿CUAL ES LA
META QUE PERSIGO? 2
En el micro anterior revisamos la confusión que puede
traer a nuestra mente la petición de que la única META que
realmente pido obtener es la PAZ, la PAZ de la certeza de que soy el HIJO DE
DIOS.
Al trabajar y sentir lo que los “IDOLOS” externos han
significado para nosotros, al sentir la valoración quitársela y entregarla en
las amorosas manos del Espíritu Santo, sentimos, vivimos y experimentamos la
Paz, la Certeza, la Libertad, en resumen el AMOR de DIOS.
Ahora, si pedimos la PAZ, como única meta, si es lo único
que pide nuestro Ser y lo experimentamos, ¿qué impide que lo mantengamos de
instante en instante, que lo hagamos vida, que siempre lo sienta así?
Aquí entramos en algo que ya había mencionado: nosotros
somos altamente “intelectuales”, hemos puesto toda nuestra seguridad en lo que hemos
“obtenido” por medio del intelecto y el pensamiento. He aquí el terreno, la
pequeña parcela que todavía no terminamos de entregar, de rendir, como una
posesión valiosa, para preservar una sola cosa, esa personalidad que creemos
que nos ha dado todo, que tememos perder, que hemos creado con sumo cuidado y
por lo tanto la amamos, nuestro EGO y este EGO tiene muchas facetas, sutiles,
pero encantadoras como las serpientes.
Decimos: Sí, estar en silencio, en alerta, pero (siempre
ponemos un pero), para lidiar con el día a día tengo que pensar, lo que he
estudiado, aprendido, mi experiencia, “horas de vuelo”, me permiten discernir y
ser eficiente, mis habilidades, intuición, destrezas me dan ventaja, y un sin
fin de enunciados que todos conocemos muy bien.
De vuelta la sutil confusión de nuestros pensamientos.
SILENCIO, ALERTA, NO PENSAR, pensamientos limitantes de pasado y pensamientos
aterrantes de futuro, en ese Silencio, en esa conexión divina, actúa el HIJO de
DIOS, en el día a día, en el hogar y todas sus interacciones, la calle, el
trabajo, en fin todo, siendo UNO con mi creador, mi emanador y siendo UNO con
toda la creación.
Vuelvo a decirles esto, hasta que nos lo grabemos en el
sentir: “Dios, nos dice Jesús en “Un curso de Milagros”, no te pide que pierdas
nada, solo te pide que dejes, pierdas una cosa: EL MIEDO, al dejar el miedo,
recordamos, sentimos el AMOR y
eso es la PAZ.”
Por lo tanto, al entregar nuestro EGO con todas sus máscaras,
lo único que estamos entregando es el miedo colocado en que si no somos eso que
hemos creído ¿quiénes somos entonces? ¿QUIEN SOY YO?
La respuesta a esa pregunta llega luego de SENTIR que no
somos esa “personalidad” con la que ando día a día.
En ese día a día parecemos Superman o la Mujer Maravilla,
hiper acción, control total, no alcanza el día para más proezas, los héroes, ¿y
cómo se sienten al final del día estas imitaciones de súper héroes? Otro
personaje es el salvador, ayudando a cuanta criatura se le presenta a su paso,
no se da tiempo para tanta acción, y luego el vacío, el sentir que él salva ¿y
a él quien? Otro el eterno víctima, a él y al Pato Donald le sucede todo lo
inimaginable ¿no? Otro el duro, agresivo, desafiante, fuerte como una roca, si
no es así el mundo lo puede atacar ¿no creen? Y que nos queda para el
superprofesional, intelectual, una o más carreras, postgrados, cursos,
toneladas de libros leídos, el conocimiento en pasta. Si esa es mi
personalidad, ¿cómo que yo no soy eso?, si no soy eso........no soy
nada..........
Volvemos al pensamiento, no es que se hagan o no se hagan
cosas, ese no es el punto, el punto aquí es desde donde las hacemos. El punto
aquí es actuar desde el SILENCIO, ALERTA, desde el HIJO de DIOS (Espíritu
Santo) o actuar desde el programa, el
pensamiento limitante de pasado en función al aterrador futuro, el miedo.
Por eso la importancia de ver a la cara a estos “ídolos”
internos, que nos tienen invadida esa
“parcela” que nos impide “EXPERIMETAR” la herencia de SER, VIVIR y ACTUAR como el HIJO de Dios, aquí en la tierra como
en le cielo, que es lo mismo para el HIJO UNO EN SU PADRE.
PROCESO:
En alerta
profundo, con los cinco sentidos, sin pensar en pensamientos de pasado o en
pensamientos de futuro, le pedimos con todo Nuestro Ser al Espíritu Santo: “Espíritu
Santo Mi única META es tener la PAZ de la certeza de que SOY el Hijo de Dios”
Y en esa profundidad, en ese silencio SIENTAN cada
una de las caras del EGO:
Ego superman o
mujer maravilla
Ego Salvador
Ego Víctima
Ego Victimario
Ego
profesional.
SIENTAN sus
características, siéntanse ejecutando ese papel, siéntanlo con los sentidos y
con alguna otra dolencia que les traiga el cuerpo, véanle la cara al “ídolo” y como
si arrancaran un disfraz, quítenlo y entréguenlo en manos del E.S, para quedar
libres de experimentar su verdadera herencia, uno a uno, SIN PENSAR.
Al final cuando
hayan entregado todos los ídolos, pregunten ahora ¿QUIÉN SOY YO?, escuchen la
respuesta, disfrútenla, regocíjense en la VERDAD, en la REALIDAD........ Santos
Hijos de Dios.
Con todo mi
amor, mil bendiciones:
Candy Lucía
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