¿CUAL ES LA META QUE PERSIGO?
Ya decíamos en la otra entrega que todos nosotros somos
altamente “intelectuales, pensantes”, hemos puesto toda nuestra seguridad en lo
que hemos ”obtenido” por medio del intelecto y el pensamiento.
Partiendo de ahí tenemos una serie de conceptos “grabados
con fuego” con los que actuamos, nos movemos, pero son tan sutiles que si no
estamos en alerta y vigilantes no nos percatamos que están ahí. Es similar a
cuando estamos en una de nuestras exquisitas playas, sintiendo la tibieza del
agua del mar en la piel y de repente sentimos la corriente de agua fría, no la
vemos, no hay diferencia con el agua tibia pero está ahí, la siento ahí. Así
son estos conceptos-pensamientos que vamos a revisar.
Hablábamos de elegir “LA PAZ” al tomar la Decisión a Favor
de Dios, pero ¿Qué significa para mí la Paz?, ¿Qué es realmente la Paz?, ¿Qué
me dice mi grabación que es la Paz?, y aquí nos encontramos con la primera agua
fría.
En esos primero años de nuestra vida, desde el momento en
que fuimos concebidos hasta los 7 u 8 años grabamos con el sentir el programa
que rige nuestro guión de vida. Sin importar como haya sido la formación
“religiosa “ de nuestra infancia, nuestro “niño”, pleno, en alerta grabó una serie de emociones
relacionadas con la “religiosidad”, y es de aquí donde tenemos muy sutiles pero
fuertemente adheridos los conceptos que en un momento dado ponen a temblar la
decisión a favor de la Paz. ¿Qué es la Paz?........, ¿estar contemplativo?, ¿callado,
poniendo siempre la otra mejilla?, ¿en retiro perenne en un convento, montaña
del Tibet, habitación de una casa y cualquier cosa que se les ocurra?,
¿vestidos con batas blancas, sentados, meditando, con los deditos
unidos....ohm....ohm.....?, ¿no tener posesiones, pareja, salidas a cenar,
conciertos, discotecas, etc....?. Nada de eso da la Paz o la quita, y es en
estas palabras QUITAR, PERDER, DEJAR, ABANDONAR
donde se encuentra la terrible confusión.
Dios, nos dice Jesús en “Un curso de Milagros”, no te pide
que pierdas nada, solo te pide que dejes, pierdas una cosa: EL MIEDO, al dejar
el miedo, recordamos, sentimos el AMOR
y eso es la PAZ.
PAZ es no estar todo el día con los pensamientos
condicionantes y limitantes de pasado y con los pensamientos aterrantes de
futuro proyectados desde el pasado, es estar ALERTA, sintiendo con nuestros
cinco sentidos, UNO con mi Padre, con mi esencia.
Dios no pide que perdamos nada, ni que hagamos sacrificios
ni nada, su Única Voluntad es que seamos FELICES, PLENAMENTE FELICES, sin límites
como la infinitud de su mente.
En nuestra grabación entra en confrontación “la voluntad de
dios”, con minúsculas porque es la voluntad que yo creo que tiene para mí el
dios del que yo me separé o que permitió que yo me fuera de su lado, ese dios
lo creé YO a mi imagen y semejanza cuando me sentí separado, tiene mi rostro,
es vengativo, tasador, arbitrario, permite el dolor, no me oye...... y por
supuesto a esa voluntad le tengo pánico, es mi creencia en la separación y sus
consecuencias.
Pero, cuando iniciamos nuestro despertar de la mano de la experiencia
de Vivir en Ser y de Jesús con su Amor y su guía magistral por
medio del Curso, lo primero que empezamos a encontrar es que la valoración del
externo como fuente de mi felicidad no me dará la Paz y como nos encanta
PENSAR, arrancamos la radio loca del pensamiento, con FM Pasado y FM Futuro a
millón.
Nada externo a mí me dará el AMOR, la FELICIDAD y la PAZ si
no la encuentro, la siento, la experimento en mí, con certeza, la certeza de
que EL AMOR DE DIOS ES MI SUSTENTO, MI FORTALEZA, que yo su HIJO soy su TESORO
y que nada externo afecta lo que yo soy como HIJO DE DIOS.
La lección 128 del curso dice: “El mundo que veo no me
ofrece nada que yo desee”, otra carta espectacular de Amor, donde Jesús me dice
que cada cosa que valore aquí no es sino una cadena que me ata al mundo,
cadenas que aprisionan mi mente.
Cuando pedimos con todo el SER que la única META, que lo
único que queremos es la PAZ de la certeza de que SOY el HIJO de DIOS, estoy
pidiendo recordar mi identidad y disfrutar de mi herencia, al tener esa
CERTEZA, todo lo que se requiera en esta experiencia humana llegará a mí por
añadidura, nos lo dijo Jesús hace más de 2000 años (Mateo 6, 33; Lucas 12,
31).
PROCESO:
En alerta profundo, con los cinco sentidos, sin pensar en
pensamientos de pasado o en pensamientos de futuro, le pedimos con todo Nuestro
Ser al Espíritu Santo: “Espíritu Santo Mi única META es tener la certeza de
que SOY el Hijo de Dios”
En ese profundo alerta, tomen uno a uno estos
elementos: dinero, hijos, pareja, papá, mamá, toda la familia, salud,
apariencia física, trabajo, amistades y cualquier otra cosa que valoren como
fuente de felicidad. Hagan una lista de
todo lo que creen que ese elemento es para ustedes, todo lo que creen que les da,
todo lo que les ofrece, sin pensar vamos a SENTIR que está ahí en abundancia,
seguro......SIENTAN la emoción alegría, seguridad, placer, amor, etc.. y bien
metidos en ese sentir piérdanlo, se pierde el elemento por completo,
para siempre, sin posibilidades de volverlo a tener..... SIENTAN la emoción,
tristeza, rabia, desolación, dolor angustia, miedo, etc....SINTIENDO, SIN
PENSAR (sin pelear con el ejercicio desde el intelecto con argumento como: eso
a mi no me pasaría por esto y aquello. Eso es pensar en pasado y futuro y lo que se
quiere es romper las cadenas).......agoten las emoción entregando el IDOLO que
se ha hecho con ello en manos de Espíritu Santo, agotando la emoción.....y
encontrando la LUZ de la PAZ y en ese SILENCIO, en esa LUZ pregunten ¿quién
SOY? y disfruten de la respuesta y de la herencia que tenemos, que nunca hemos
perdido y que espera únicamente a que la pidamos aunque sea levemente.
Con todo mi amor, mil bendiciones:
Candy Lucía
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