lunes, 23 de julio de 2012


¿CUAL ES LA META QUE PERSIGO?

Ya decíamos en la otra entrega que todos nosotros somos altamente “intelectuales, pensantes”, hemos puesto toda nuestra seguridad en lo que hemos ”obtenido” por medio del intelecto y el pensamiento.

Partiendo de ahí tenemos una serie de conceptos “grabados con fuego” con los que actuamos, nos movemos, pero son tan sutiles que si no estamos en alerta y vigilantes no nos percatamos que están ahí. Es similar a cuando estamos en una de nuestras exquisitas playas, sintiendo la tibieza del agua del mar en la piel y de repente sentimos la corriente de agua fría, no la vemos, no hay diferencia con el agua tibia pero está ahí, la siento ahí. Así son estos conceptos-pensamientos que vamos a revisar.

Hablábamos de elegir “LA PAZ” al tomar la Decisión a Favor de Dios, pero ¿Qué significa para mí la Paz?, ¿Qué es realmente la Paz?, ¿Qué me dice mi grabación que es la Paz?, y aquí nos encontramos con la primera agua fría.

En esos primero años de nuestra vida, desde el momento en que fuimos concebidos hasta los 7 u 8 años grabamos con el sentir el programa que rige nuestro guión de vida. Sin importar como haya sido la formación “religiosa “ de nuestra infancia, nuestro “niño”, pleno,  en alerta grabó una serie de emociones relacionadas con la “religiosidad”, y es de aquí donde tenemos muy sutiles pero fuertemente adheridos los conceptos que en un momento dado ponen a temblar la decisión a favor de la Paz. ¿Qué es la Paz?........, ¿estar contemplativo?, ¿callado, poniendo siempre la otra mejilla?, ¿en retiro perenne en un convento, montaña del Tibet, habitación de una casa y cualquier cosa que se les ocurra?, ¿vestidos con batas blancas, sentados, meditando, con los deditos unidos....ohm....ohm.....?, ¿no tener posesiones, pareja, salidas a cenar, conciertos, discotecas, etc....?. Nada de eso da la Paz o la quita, y es en estas palabras QUITAR, PERDER, DEJAR, ABANDONAR  donde se encuentra la terrible confusión.

Dios, nos dice Jesús en “Un curso de Milagros”, no te pide que pierdas nada, solo te pide que dejes, pierdas una cosa: EL MIEDO, al dejar el miedo, recordamos, sentimos el AMOR y eso es la PAZ.

PAZ es no estar todo el día con los pensamientos condicionantes y limitantes de pasado y con los pensamientos aterrantes de futuro proyectados desde el pasado, es estar ALERTA, sintiendo con nuestros cinco sentidos, UNO con mi Padre, con mi esencia.

Dios no pide que perdamos nada, ni que hagamos sacrificios ni nada, su Única Voluntad es que seamos FELICES, PLENAMENTE FELICES, sin límites como la infinitud de su mente.

En nuestra grabación entra en confrontación “la voluntad de dios”, con minúsculas porque es la voluntad que yo creo que tiene para mí el dios del que yo me separé o que permitió que yo me fuera de su lado, ese dios lo creé YO a mi imagen y semejanza cuando me sentí separado, tiene mi rostro, es vengativo, tasador, arbitrario, permite el dolor, no me oye...... y por supuesto a esa voluntad le tengo pánico, es mi creencia en la separación y sus consecuencias.

Pero, cuando iniciamos nuestro despertar de la mano de la experiencia de Vivir en  Ser y de Jesús con su Amor y su guía magistral por medio del Curso, lo primero que empezamos a encontrar es que la valoración del externo como fuente de mi felicidad no me dará la Paz y como nos encanta PENSAR, arrancamos la radio loca del pensamiento, con FM Pasado y FM Futuro a millón.

Nada externo a mí me dará el AMOR, la FELICIDAD y la PAZ si no la encuentro, la siento, la experimento en mí, con certeza, la certeza de que EL AMOR DE DIOS ES MI SUSTENTO, MI FORTALEZA, que yo su HIJO soy su TESORO y que nada externo afecta lo que yo soy como HIJO DE DIOS.

La lección 128 del curso dice: “El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee”, otra carta espectacular de Amor, donde Jesús me dice que cada cosa que valore aquí no es sino una cadena que me ata al mundo, cadenas que aprisionan mi mente.

Cuando pedimos con todo el SER que la única META, que lo único que queremos es la PAZ de la certeza de que SOY el HIJO de DIOS, estoy pidiendo recordar mi identidad y disfrutar de mi herencia, al tener esa CERTEZA, todo lo que se requiera en esta experiencia humana llegará a mí por añadidura, nos lo dijo Jesús hace más de 2000 años (Mateo 6, 33; Lucas 12, 31).                 

PROCESO:

En alerta profundo, con los cinco sentidos, sin pensar en pensamientos de pasado o en pensamientos de futuro, le pedimos con todo Nuestro Ser al Espíritu Santo: “Espíritu Santo Mi única META es tener la certeza de que SOY el Hijo de Dios”

En ese profundo alerta, tomen uno a  uno estos  elementos: dinero, hijos, pareja, papá, mamá, toda la familia, salud, apariencia física, trabajo, amistades y cualquier otra cosa que valoren como fuente de felicidad.  Hagan una lista de todo lo que creen que ese elemento es para ustedes, todo lo que creen que les da, todo lo que les ofrece, sin pensar vamos a SENTIR que está ahí en abundancia, seguro......SIENTAN la emoción alegría, seguridad, placer, amor, etc.. y bien metidos en ese sentir piérdanlo, se pierde el elemento por completo, para siempre, sin posibilidades de volverlo a tener..... SIENTAN la emoción, tristeza, rabia, desolación, dolor angustia, miedo, etc....SINTIENDO, SIN PENSAR (sin pelear con el ejercicio desde el intelecto con argumento como: eso a mi no me pasaría por esto y aquello. Eso es pensar en pasado y futuro y lo que se quiere es romper las cadenas).......agoten las emoción entregando el IDOLO que se ha hecho con ello en manos de Espíritu Santo, agotando la emoción.....y encontrando la LUZ de la PAZ y en ese SILENCIO, en esa LUZ pregunten ¿quién SOY? y disfruten de la respuesta y de la herencia que tenemos, que nunca hemos perdido y que espera únicamente a que la pidamos aunque sea levemente.

Con todo mi amor, mil bendiciones:

Candy Lucía

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